La definición clásica de refugiado ha sido puesta a prueba por los eventos de un mundo en constante cambio frente a la necesidad de protección internacional cuando aquella proporcionada por el Estado de nacionalidad o de residencia habitual no resulta efectiva. Los desplazamientos masivos de población originados por conflictos armados pusieron a prueba el estatuto de refugiado a partir de interpretaciones regionales que amplían los supuestos de protección internacional. Sumado a ello, vale señalar el desarrollo, por parte de las teorías feministas, respecto a la violencia basada en el género en dichos contextos. En este trabajo analizamos la complementariedad del derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario a la luz del derecho internacional de los refugiados, con el fin de establecer la plena e irrestricta vigencia de la protección internacional en los casos de mujeres forzadas a desplazarse de sus países de origen, como consecuencia de una situación de conflicto armado.